En el primero nos muestra cómo se lavan las manos los tripulantes de una nave cuando se encuentran en el espacio.Este proceso de completa en tres pasos. Los astronautas poseen una solución de jabón mezclada con agua en unas bolsas a las que añaden un tubo por el que saldrá la dosis necesaria. Antes de que la bola de solución comience a elevarse por la falta de gravedad, el astronauta debe atraparla y frotarse las manos con ella.
Según señala Hadfield, se trata de una acción muy rápida ya que esta solución no debe secarse de manera natural, sino que el astronauta debe agarrar rápidamente una toalla y secarse las manos con ella. La tarea termina con el astronauta colgando la toalla para que seque, de modo que el agua que se evapore vuelve a la estación espacial para ser utilizada de nuevo.
En el segundo se observa la dificultad que tendrían para llorar. Las lágrimas, como cualquier sustancia líquida en "gravedad cero", no caen al suelo, sino que se acumulan en bolsas junto a la cara. El astronauta demuestra que si le diera por llorar de verdad sería un verdadero engorro.
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