Otro nuevo experimento realizado en laboratorio de Física de 2º de bachillerato dentro del tema de campo eléctrico. Esta vez hemos trabajado con una lámpara de plasma. La lámpara o bola de plasma es una esfera de cristal en cuyo
interior se sitúan una mezcla de gases (xenón, kriptón y/o neón) a baja presión sobre el que se
aplica una corriente alterna y de alto voltaje o diferencia de potencial
(aproximadamente 35kHz y 2-5kV), generada por un transformador de alta tensión. Se distingue también una pequeña
esfera en su centro que funciona como electrodo.
Alcanzó su popularidad en los
años 1980. Fue inventada por Nikola Tesla tras su experimentación con
corrientes de alta frecuencia en un tubo de cristal vacío con el propósito de
investigar el fenómeno del alto voltaje.
Al conectarla a corriente,
podemos observar una serie de rayos centelleantes (cuyo color va a
depender de la mezcla de gases que se encuentra en el interior de la esfera).
La causa de estos rayos centelleantes es la ionización de los gases encerrados.
En el interior del cristal, se encuentran electrones acelerados por la acción
del campo eléctrico creado por el electrodo y la diferencia de potencial que,
al chocar contra los gases nobles, les arrancan electrones. Los rayos se
producen cuando los gases recuperan sus electrones perdidos y esa energía se
muestra mediante los rayos centelleantes, dando lugar a la luminiscencia
(fenómeno por el cual los átomos excitados de una substancia, que decaen
sucesivamente con distintas radiaciones electromagnéticas, emiten luz
visible) (por eso el color de los rayos depende de la muestra de gases, pues en
función del gas usado la energía desprendida corresponderá a un color u otro en
el espectro). Los rayos muestran la trayectoria seguida por los electrones
Similar es el efecto al acercarle un
tubo fluorescente. Dado que el cristal permite el paso de la corriente
eléctrica, el gas del interior del tubo (fósforos, mercurio y gas inerte, neón
o argón) comienza a ionizarse y al recuperar sus electrones, estos emiten
energía en forma de luz, de manera que el tubo se ilumina.
Al
tocar con un dedo en la esfera de vidrio, aumentamos la diferencia de potencial
entre el centro y el vidrio (los seres
humanos somos buenos conductores de la electricidad), consiguiendo así que los
electrones se aceleren más y se cree una corriente más intensa en la región
entre el electrodo central y el punto tocado por el dedo. De igual forma
sucederá si colocamos uno o varios dedos sobre la superficie, sólo que esta vez
serán más de una las corrientes creadas.
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