Nuestros chic@s de 4º de ESO se van la semana próxima de viaje de fin de curso y es probable que algun@s experimenten esa sensasión tan desagradable del mareo. Considero pues oportuna la pregunta de esta semana:
¿Por qué nos mareamos durante los viajes?¿Cómo se puede evitar?
Los mareos de los viajes consisten en una sensación de desequilibrio e inestabilidad, que suele acompañarse de algún bostezo, hipo, sensación de malestar general, fatiga, dolor de cabeza y náuseas. Estos síntomas se acompañan luego de vómitos y piel fría y sudorosa.
ResponderEliminarLas causas más frecuentes de este tipo de mareos se deben al efecto de las aceleraciones y frenazos repetidos dentro del vehículo. También nos produce mareo el horizonte que se mueve: no nos movemos nosotros, pero se mueve aquello en lo que fijamos la vista. Ésta es la razón por la que el conductor no suele marearse.
Para prevenir los mareos basta con no acelerar ni frenar bruscamente, tomar las curvas a la velocidad apropiada, no mirar demasiado por la ventanilla, no leer ni jugar a las “maquinitas” mientras viajamos, evitar el excesivo calor, ventilar periódicamente el vehículo, evitar el humo del tabaco, descansar cada dos horas y evitar comidas abundantes cuando vayamos a viajar.
Los medicamentos que se utilizan para prevenir estos mareos son eficaces, pero producen sueño.
El cuerpo necesita guardar el equilibrio para mantenerse de pie. Para ello el oído interno tiene un sistema que detecta nuestros movimientos y referencias en el espacio. Estos datos llegan al cerebro que calcula los movimientos que tenemos que hacer para mantenernos en la posición que queramos tener, aunque el cerebro también utiliza los datos que provienen de nuestros músculos.
ResponderEliminarCuando montamos en bicicleta todo funciona a la perfección pues los datos de movimientos que provienen del oído interno coinciden con los datos de la información visual que procesa el cerebro. Sin embargo cuando estamos montados en un barco las cosas se complican ya que los movimientos del barco no concuerdan con la información visual de nuestros ojos o la que experimentan nuestros músculos. El cerebro se da cuenta de esta incongruencia y detecta que se está produciendo un problema. Si conseguimos ser conscientes de esta contradicción podemos conseguir descartar los datos que suponemos inválidos y todo va bien. Si no conseguimos aislar esta información, nuestro cerebro siente que nuestro oído interno no funciona bien cuando realmente si que lo está haciendo bien. Esa sensación de mal funcionamiento de nuestros sensores de posicionamiento espacial es lo que llamamos el mareo.
Nos mareamos porque la información visual, la información muscular y la que sentimos son contradictorias y no somos capaces de aislarlas o distinguirlas y ello lleva a una sensación de mal funcionamiento de nuestros sensores de posicionamiento espacial.
Las maneras de evitar los mareos en transportes son muchas algunos ejemplos son:
-intentar sentarse en la parte central, por ejemplo un barco tiene balanceos laterales, si nos situamos en medio evitaremos estos balanceos.
-evitar olores fuertes
-no realizar actividades mientras se está en el transporte (manualidades, leer)
-Hacer comidas ligeras y escasas
-tomar media hora antes de montarse en un transporte medicamentos especiales
-Se debe beber poco
-evitar ambientes cálidos
-si se va en un coche sentarse en los acientos delanteros y mirar hacia el frente.
etc
en resumen intentar reducir el contraste entre nuestras sensaciones y la información visual y muscular.
Para ubicarnos en el espacio, nuestro cerebro combina información procedente de la vista, el oído interno, los músculos y las articulaciones.
ResponderEliminarCuando estas herramientas de nuestro cuerpo reciben información contradictoria se produce desorientación espacial acompañada de náuseas y a veces vómito. A este fenómeno se le llama mareo por movimiento o cinetosis.
La vista se encarga de ubicarnos en el espacio, de decirnos hacia qué dirección nos movemos. Los músculos y articulaciones nos hacen sentir la gravedad y de esta forma somos conscientes de qué es arriba y abajo. Y el oído interno nos mantiene en equilibrio.
Para ello utiliza unos conductos semicirculares llenos de líquido que conforman el sistema vestibular. Según cómo se mueva el líquido se estimulan más o menos los receptores que envían señales al cerebro que interpreta nuestros movimientos. Tanto los movimientos lineales (hacia delante, hacia atrás hacia arriba y hacia abajo) como los angulares (los giros).
Según explica este especialista, el cerebro está conectado a través del llamado vestíbulo espinal con el aparato digestivo. En su confusión envía órdenes a través de estos haces nerviosos y producen el denominado cuadro vegetativo, que incluye síntomas como mareo, sensación de vértigo o giro de objetos, sudoración, nauseas y vómito.
Mª Dolores 4ºA
ResponderEliminarEl mareo de los viajes (también conocido como cinetosis) se debe a que se estimula demasiado el aparato vestibular, por lo que el cerebro recibe señales de movimiento a través del oido interno, los ojos y los musculos, pero si las señales no coinciden ( si el oido dice que nos movemos, pero los ojos no lo notan, las señales se confunden), y se produce el mareo.
Aparte de medicamentos (cuyo principal efecto secundario en la somnolencia), podemos evitar el mareo no comiendo ni bebiendo demasiado ( en pequeñas cantidades si el viaje es muy largo), sentandonos en asientos cercanos a las alas del avion, o cerca de las ventanillas o en asientos delanteros. También recostarnos y evitar leer, o no fijar la vista en un objeto en movimiento nos ayudara a hacer el viaje mas llevadero.
Rafael Nebro Medrán 3ºB
ResponderEliminarEn nuestro oído ocurre algo parecido. En los conductos laberínticos de nuestro oído interno hay un líquido que baña unos pelillos que cubren dichos conductos. En función de qué pelillos estén bañados por líquido, se remite información a nuestro cerebro sobre nuestra posición, es decir, si nos ponemos boca abajo, el líquido mojará unos pelillos concretos y éstos enviarán al cerebro una información, que interpretamos como la "sensación e estar boca abajo".
Este mecanismo nos permite mantener el equilibrio y tener una percepción precisa de nuestra posición y estabilidad. Pero cuando damos vueltas, la información que le llega al cerebro es confusa y contradictoria: Al parar de girar, nuestra vista y otros sentidos le dicen al cerebro que "hemos parado", pero el líquido tiene cierta inercia y continúa dando vueltas un rato, así que le está diciendo al cerebro "seguimos dando vueltas". Como consecuencia de esta confusión, nos sentimos mareados: sabemos que estamos parados pero "sentimos" que nos movemos.
Algo similar ocurre al viajar en barco o automóvil: El líquido se mueve debido a las curvas, el balanceo, la aceleración o las frenadas, pero tenemos la percepción visual de estar quietos, ya que el coche se mueve con nosotros. El resultado puede ser una vomitona en la tapicería.
Y estos son algunos consejos para evitar el mareo durante los viajes:
Situarse siempre en el asiento del copiloto cuando se viaja en coche
En el autobús es recomendable ir en la parte delantera
En el barco lo mejor es ir en la zona del medio
En el avión se recomienda ir sobre las alas
No leer
Mantener la vista en un ángulo de 45º por encima del horizonte, e intentar buscar puntos de referencia a través de
los cristales delanteros y lo más lejos posible
Evitar el calor excesivo
No hacer comidas copiosas antes de iniciar el viaje
No ir en ayunas
Los excesos de bebida o de café no son recomendables
Bajar la ventanilla para oxigenarse mejor