Hypatia:" Resérvate el derecho de pensar: incluso equivocarse es mejor que no pensar nada".
Asimov: “Una ciudadanía que no entienda como opera la ciencia corre el peligro de caer en las redes de la ignorancia”
Jorge Luis Borges:“La duda es uno de los nombres de la inteligencia””
Galileo Galilei:"
Nunca me he encontrado con alguien tan ignorante de quien no pudiese aprender algo"
Albert Einstein: "Nunca consideres el estudio como una obligación sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber"
"La palabra Dios para mí no es más que la expresión y el producto de la debilidad humana y la Biblia una colección de honorables pero primitivas leyendas"
Confucio:"Me lo contaron y lo olvidé, lo vi y lo entendí, lo hice y lo aprendí"

domingo, 25 de enero de 2015

Pregunta curiosa 91

Cuando una situación nos incomoda, nos hace sentir inseguros, desprotegidos y desorientados, nos ruborizamos. La piel de nuestra cara y orejas se sonroja y se calienta. Es una reacción incontrolable y exclusiva de los humanos, ningún otro animal se ruboriza. Es siempre espontánea, no se puede fingir. Pero:
¿Por qué nos ponemos "coloraos"?

 

3 comentarios:

  1. Basicamente en la cara tenemos muchos vasos sanguineos,por lo tanto cuando algo nos da verguenza se nos acelera el corazón y eso hace que los vasos sanguíneos se dilaten y al dilatarse se nos pone roja la cara.

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  2. Ponerse rojo le ocurre a todas las personas cuando sienten vergüenza o mucha ira, o por ciertas condiciones climáticas, etc., es algo natural cuando la circulación de la sangre se hace más rápida y fluida. Sin embargo, cuando esto ocurre muy fácilmente y sin previo aviso o estimulo, entonces representa un problema para la persona ya que esto podría afectar su vida social, su ánimo para convivir o su seguridad o estima, sobre todo cuando el rubor facial está acompañado de otros síntomas como sudor excesivo, hormigueo en las manos, calor en el rostro, etc.
    El rubor facial sucede cuando la piel de la cara y a veces también del cuello y el pecho se torna de color rojo y se llena de una sensación de calor. El rubor sucede debido a que nuestra cara contiene muchos vasitos sanguíneos o capilares los cuales están rodeados de músculos en sus paredes quienes pueden hacer que el vaso se contraiga o se dilate. Por lo general, los vasitos capilares en nuestra cara están contraídos, pero cuando se produce una contracción un poco más intensa, la cantidad de sangre que pasa debe aumentar su presión o velocidad sanguínea la cual haría que circulara por la cara más sangre y esta a su vez se tornara roja.

    Las paredes de nuestros vasitos capilares están controladas por nuestro sistema nervioso autónomo (SNA), el cual es una red de nervios que producen reacciones automáticas, es decir, que nosotros no controlamos de forma consciente, así que los vasitos capilares se contraen ya sea con la temperatura del ambiente, comer cosas picantes, algunas enfermedades, estrés, cambios de temperatura y nuestras emociones. Hay quienes se ruborizan más fácil que otras personas y esto se debe a la sensibilidad de nuestro sistema nervioso autónomo.
    CARMEN FUENTES 2B

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  3. Para evitar un exceso de calor, se dilatan los vasos sanguíneos para que la sangre pueda fluir con más velocidad y disipar el exceso de calor. En consecuencia, los vasos subcutáneos, rebosantes de sangre, se traslucen tras la piel y la persona se ruboriza, especialmente en la cabeza y el cuello, donde hay muchos capilares sanguíneos a flor de piel. Ya tenemos el primer mecanismo desencadenante del rubor: el calor exterior.

    El mismo afectó produce el calor interior. La fiebre, por ejemplo, hace subir la temperatura corporal. También en este caso el cuerpo intenta disipar el calor excesivo hacia el exterior aumentando el riego sanguíneo en los vasos subcutáneos.

    También el esfuerzo físico puede ruborizar la cara, cuando se exige al cuerpo más rendimiento, aumentan el ritmo cardiaco y la presión sanguínea, y la actividad muscular genera más calor. Esta elevada producción de calor obliga a los vasos sanguíneos a dilatarse, y el acelerado ritmo cardiaco y la elevada presión hacen circular la sangre con más velocidad.

    Los responsables de la coloración de la cara son, por tanto, los vasos sanguíneos
    dilatados; cuando, en cambio, los vasos se constriñen la piel palidece. El estrechamiento y la dilatación de los vasos sanguíneos se controlan sobre todo a través de las hormonas (como la adrenalina) y los nervios.
    ANDREA BRETONES 2ºB

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