Ciudadan@s por la Educación Pública manifiesta su más absoluto rechazo al anteproyecto de 
Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) por las 
siguientes razones:
- Por su carácter profundamente antidemocrático:
- En el proceso de elaboración de la ley (de espaldas a la comunidad educativa, a los grupos sociales y políticos, a las Comunidades Autónomas).
- En la organización de los centros docentes, en que una dirección nombrada a dedo por la Administración pasa a tener poderes absolutos en la gestión de los mismos.
Cinco leyes educativas en 50 años. 
 Si es verdad que 
necesitamos una reforma del sistema educativo, esta ha de hacerse con 
todas las garantías de que sea sostenible en el tiempo. Y para ello ha de abrirse un proceso de diálogo sosegado y profundo con la comunidad educativa –profesorado, estudiantes, familias- y con todas las fuerzas políticas, también con las administraciones autonómicas. Y ese proceso, sencillamente, no se está produciendo.
 Ni un buzón de correo electrónico puede suplantar un diálogo abierto y 
transparente, ni  una unilateral nota de prensa escamotear la proyección
 pública de lo que debieran ser los foros compartidos de análisis y 
debate.
Por otra parte, el anteproyecto  denomina  “autonomía de centros” a lo que no es sino la eliminación de su funcionamiento democrático. El consejo escolar queda relegado a funciones meramente consultivas,
 mientras que las decisorias pasan a ser competencia exclusiva de la 
dirección, esto es,  de un director o directora nombrado directamente 
por la Administración y no elegido democráticamente por su comunidad 
educativa. Dicha dirección pasa a tener poder absoluto en la toma de 
decisiones pedagógicamente relevantes, así como en  “la gestión de 
personal y económica de los centros”. Se quiebran por tanto los 
procedimientos de transparencia, mérito e igualdad en la conformación de
 las plantillas docentes.  Esto abre el camino de manera alarmante a la 
privatización también de los centros públicos.
- Por su concepción mercantil de la educación, que antepone las necesidades de los mercados a la formación integral de niñas y niños, y a la construcción de una sociedad más justa y cohesionada.
¿Qué es la educación  para una ley que se abre con las 
siguientes palabras?: “La educación es el motor que promueve la 
competitividad de la economía y el nivel de prosperidad de un país. Su 
nivel educativo determina la capacidad de competir con éxito en la arena
 internacional y de afrontar los desafíos que se planteen en el futuro.”
“Mercado”, “competitividad”, “resultados”, “rendimiento económico”,
 marcan  a lo largo de todo el anteproyecto el horizonte de lo que por 
educación entiende la LOMCE. Reducir el sistema educativo a la 
capacitación laboral de las nuevas generaciones es olvidar su función 
primordial en la formación integral de las personas y en la construcción
 de una sociedad culta y democrática. Pero es que además tampoco la 
LOMCE da respuestas a los requerimientos de capacidad de innovación, 
investigación, trabajo en equipo, que tantas empresas demandan.
Por otra parte, el énfasis puesto en aquellas materias 
recogidas en las pruebas PISA nos hace temer por todas aquellas áreas de
 conocimiento no presentes en los ránkings de la OCDE:  las Humanidades 
 y  las Artes (Historia, Filosofía, Literatura, Música, Artes 
Plásticas), la Educación Física y para la Salud, etc., así como por 
todos esos aprendizajes tan difícilmente evaluables en una prueba de 
papel y lápiz: Educación para la Paz y la Noviolencia, Coeducación, 
Educación Medioambiental, etc.). Estas ausencias mutilan de manera 
inquietante la formación que en colegios e institutos recibirán niñas y 
niños.
Nos preocupa asimismo lo que los redactores de la ley 
entienden por “educación plurilingüe”: si en su desarrollo partirán de 
la consideración a las lenguas de España, a las lenguas del alumnado, a 
las muchas lenguas extranjeras que permiten la comunicación entre las 
personas y los pueblos aunque no sean las que en este momento dominan 
las relaciones de los mercados. Nos preocupa que la denominada educación
 plurilingüe sea exclusivamente enseñanza del inglés y a costa de qué se
 va a hacer.
Por último, nos sorprende  que se limite la aportación 
de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) a la 
“disminución de costes de apoyos y refuerzos” y “el desarrollo de una 
enseñanza individualizada” renunciando a las enormes posibilidades 
colaborativas que las tecnologías de la información y la comunicación 
ofrecen.  El proceso creciente de reducción de las plantillas docentes, 
de masificación de las aulas, de desmantelamiento de los centros de 
profesorado, etc.  hace que veamos con preocupación la insistencia en 
utilizar las TIC para que “cada estudiante puede avanzar al ritmo más 
adecuado a sus capacidades e intereses” o como “recurso de apoyo” a la 
formación continua del profesorado. El  anteproyecto subraya el 
principal peligro que las TIC entrañan –la renuncia al encuentro 
interpersonal, a la palabra compartida- mientras parece dejar de lado 
sus enormes posibilidades para la  investigación, la creación, la 
colaboración.
- Por utilizar la educación como herramienta para la segregación y la exclusión.
El objetivo de “reducir la tasa de abandono educativo 
temprano y mejorar la tasa de población que alcanza nivel ESO” no ofrece
 más medida que la multiplicación de reválidas al término de cada etapa o la segregación temprana.
En lugar de entender la evaluación como una herramienta 
al servicio de la detección de problemas en el proceso de enseñanza- 
aprendizaje con el compromiso inmediato de ofrecer propuestas de mejora,
 la reválida se convierte en método obsesivo de clasificación, etiquetaje y encasillamiento del alumnado, al tiempo que un mecanismo de control del currículo
 (“Los criterios de evaluación y características generales de las 
pruebas que componen ambas evaluaciones serán fijadas por el Gobierno 
para todo el Sistema Educativo Español, previa consulta a las 
Comunidades Autónomas”. Serán, además “calificadas por especialistas 
externos al centro”)
Paralelamente, la Administración se lava las manos de su
 responsabilidad en los resultados de dichas evaluaciones culpabilizando
 de las dificultades y problemas exclusivamente al alumnado y 
eventualmente a los centros: "El principal objetivo de esta reforma es 
mejorar la calidad educativa partiendo de la premisa de que esta debe 
medirse en función del "output" (resultados de los estudiantes) y no del
 "input" (niveles de inversión, número de profesores, número de 
colegios, etc.)”
La apuesta de la LOMCE por la segregación llega a cotas 
alarmantes cuando afirma que “el proyecto educativo de calidad podrá 
suponer la especialización de los centros (…) por tipología del 
alumnado”, o cuando asegura los conciertos a los colegios que no admiten
 a personas de uno u otro sexo.
La LOMCE  entiende por tanto la educación como un 
espacio en el que se manifiestan y subrayan  las diferencias y 
oportunidades sociales, en lugar de asumir su irrenunciable papel 
integrador. Somos muchos los que pensamos, por el contrario, que solo 
una enseñanza que respeta y atiende la realidad diversa de las aulas 
puede asumir el reto de reducir el riesgo de exclusión social de parte 
de su alumnado, de contribuir a la cohesión social , y de dar respuesta a
 las capacidades e intereses de cada estudiante.
Por todo ello, 
pedimos la retirada del anteproyecto de ley y la apertura de un período 
de verdadero diálogo con la comunidad educativa y con todas las fuerzas 
sociales y políticas que permita sentar las bases de un modelo educativo
 consensuado y sostenible.



No me digas que eres profesor y quieres seguir con la LOGSE.....
ResponderEliminaryo también lo sooy , de F y Q, como tu y estoy encantado, es más, creo que se han quedado cortos....
Sí, soy profesora y mi nombre es Fina, ¿cuál es el tuyo?. Estoy encantada en abrir un diálogo sobre la ley Wert. Dices que se han quedado cortos. Todo es opinable y argumentable. Yo, personalmente, no estoy de acuerdo contigo, ni tampoco con la LOGSE cuyos principios eran inmejorables pero su puesta en práctica ha puesto de manifiesto fallos que tod@s los que nos dedicamos a la enseñanza hemos podido detectar. Se trata, tal y como dice el manifiesto, de abrir un proceso de diálogo con todos los sectores implicados en el enseñanza y elaborar una ley educativa que perdure en el tiempo al margen de las opciones políticas de turno. Actualmente, con el aumento de ratio, aumento de horas lectivas, menores sueldos, impartición de enseñananzas que no son propias de tu especialidad, dirección de los centro a dedo, segregadora a edades cada vez más tempranas, menos igualitaria...vamos abocad@s a una consolidación cada vez mayor de la escuela privada y hacia el final de la escuela pública de calidad, equitativa, integradora, igualitaria, respetuosa, laica y gratuita para tod@s que es la que yo defiendo y defenderé siempre.
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